10 cosas que quizás no sabías sobre el cerebro de tu gato
Los gatos son seres inteligentes. Muchos estudios de investigación han demostrado que los gatos pueden aprender nuevos comportamientos, aplicar el conocimiento aprendido a nuevas situaciones, comunicar sus necesidades y deseos a sus humanos y responder a los estímulos de entrenamiento. ¿Alguna vez te has preguntado qué hace funcionar el cerebro de tu bola de pelo? ¡Aquí hay algunos datos divertidos sobre los cerebros de los gatos!
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1. Anatomía del cerebro de un gato
El cerebro del gato es muy similar al humano en términos de estructura física. Ambos tienen una corteza cerebral y lóbulos asociados. Los cerebros humanos y felinos se clasifican como girencefálicos, lo que se refiere a la presencia de pliegues en la superficie del cerebro.
Cerebro humano vs. gato
El cerebro de los gatos domésticos constituye aproximadamente el 0,91 % de su peso corporal. Para el ser humano promedio, es aproximadamente el 2,33% de la masa corporal total. Mide unos cinco centímetros (2 pulgadas) de largo y pesa de 25 a 30 gramos (0,88 a 1,06 oz).
La corteza cerebral del gato tiene una superficie de unos 83 cm2 (13 en2), y el peso del cerebelo es 0,17 del peso corporal total. Los gatos tienen alrededor de 763 millones de neuronas corticales en sus cerebros. La parte de la corteza responsable del sentido de la vista (también conocida como corteza visual primaria) tiene unas 51.400 neuronas por mm3.
El cerebro de un gato se divide en tres partes principales:
- cerebro (Corteza cerebral) – Este es el centro para la toma de decisiones racionales y la resolución de problemas complejos. También sirve para almacenar la memoria a corto y largo plazo, la cognición, las emociones, la planificación y las habilidades motoras.
- cerebelo – Interviene en el control locomotor y motor, así como en el mantenimiento del equilibrio y la regulación del movimiento.
- tronco encefálico – Ayuda a regular las funciones vitales básicas del cuerpo como la frecuencia cardíaca y la temperatura
Las otras partes del cerebro de un gato doméstico (el hipocampo, la amígdala y el lóbulo frontal) constituyen del 3 al 3,5 % del cerebro total, en comparación con aproximadamente el 25 % en los humanos.
La orientación del cerebro de los gatos es de adelante hacia atrás, mientras que en los humanos es de arriba hacia abajo o vertical. Los cerebros de los gatos son más alargados, mientras que los cerebros humanos son ovalados.
Los humanos tienen una corteza prefrontal más grande en comparación con los gatos. Esto hace que los humanos sean más superiores en la planificación, la memoria a corto plazo y la ejecución de comportamientos complejos. Por otro lado, los gatos tienen cerebelos más grandes en relación con su peso corporal. Esto es importante para sus habilidades e instintos depredadores: perseguir presas, saltar, perseguir, trepar, etc.
En comparación con los humanos, los gatos tienen más células nerviosas en la parte del cerebro responsable del sentido de la vista. Los gatos tienen una memoria más larga que los perros. También aprenden mejor haciendo que viendo.
2. Cociente de encefalización (EQ)
El valor del cociente de encefalización (EQ) indica si una especie tiene un cerebro más grande (EQ > 1), igual (EQ = 1) o más pequeño (EQ < 1) de lo esperado para su masa corporal. Los valores de EQ superiores a uno se clasifican como de cerebro grande, mientras que los valores inferiores se clasifican como de cerebro pequeño.
Para los gatos domésticos, el valor de EQ está entre 1 y 1,71, mientras que el EQ humano es de 7,44 a 7,8.
3. Memoria de reconocimiento visual
Los gatos tienen una excelente memoria visual y la capacidad de codificar información visual. Al igual que los monos, los gatos tienen una memoria a largo plazo muy desarrollada.
4. Las dietas cerebrales aumentan la función cognitiva en los gatos
La dieta de un gato tiene un impacto significativo en su función cognitiva. Las dietas ricas en ácidos grasos omega-3 y omega-6, taurina, vitaminas y minerales esenciales, así como suplementos nutricionales específicos ayudan a mejorar los procesos mentales: atención, aprendizaje, resolución de problemas y memoria a corto y largo plazo en gatos.
La comida para gatitos de calidad contiene nutrientes que apoyan el desarrollo del cerebro, mientras que las dietas para gatos mayores están formuladas para ayudar a prevenir los trastornos cognitivos.
La taurina es un aminoácido esencial que juega un papel en muchas funciones neurológicas, particularmente en el desarrollo visual. La falta de taurina en la dieta puede provocar una morfología anormal en el cerebelo y la corteza visual de los gatos, lo que puede conducir a la ceguera total.
La colina previene y mejora la epilepsia y los trastornos cognitivos. A menudo se usa como parte de la terapia de apoyo para gatos que sufren de disfunción cognitiva felina o trastornos convulsivos frecuentes. También es el precursor de neurotransmisores como la acetilcolina y la dopamina, que son factores importantes en la función del sistema nervioso.
5. Inteligencia sensoriomotora
Los gatos tienen una percepción completamente desarrollada de la permanencia de los objetos. Los experimentos controlados muestran que el desempeño de los gatos fue consistente en múltiples desplazamientos invisibles de un objeto, lo que indica una inteligencia sensoriomotora completamente desarrollada.
Sin embargo, los gatos no entienden la causa y el efecto como lo hacen los humanos. En uno de Dr. Britta Osthaus, psicóloga, los gatos no tenían problemas para conseguir las golosinas que se les ofrecían en una cuerda. Sin embargo, cuando las golosinas se presentaban con varias tiras, algunas de las cuales no tenían golosinas, los gatos eran inconsistentes al elegir las tiras correctas.
6. Los gatos sueñan
Los gatos experimentan sueños mientras duermen y pueden almacenar y recordar secuencias de eventos mientras duermen. Durante la fase de sueño REM (Rapid Eye Movement), un gato que sueña a veces puede tener movimientos descontrolados con la cara, los bigotes, las patas e incluso la barriga.
7. Los gatos tienen una memoria excelente
Las investigaciones han demostrado que la retención de información o la recuperación de información en los gatos dura unos 10 años. La excelente memoria de los gatos también les facilita la adaptación a su entorno actual.
Sin embargo, varios factores pueden afectar la memoria de un gato. Estos incluyen diferencias individuales en inteligencia, edad e incluso su relación con las personas.
8. El envejecimiento afecta la memoria de un gato
Al igual que los humanos, los gatos pierden células cerebrales a medida que envejecen, lo que eventualmente allana el camino para que su memoria y su capacidad de aprendizaje disminuyan. Los cambios relacionados con la edad pueden afectar la forma en que su cerebro almacena información, lo que les dificulta recordar la información almacenada.
9. Problemas de salud relacionados con el cerebro
Dado que la estructura del cerebro de los gatos es similar a la de los humanos, pueden desarrollar condiciones similares que afectan su cerebro y su función cerebral. La disfunción cognitiva felina (FCD), una condición que se asemeja a la enfermedad de Alzheimer en humanos, puede afectar la memoria de un gato.
Los cambios degenerativos en los cerebros de los gatos con FCD provocan cambios de comportamiento, como una interacción social reducida, pérdida de tareas domésticas, desorientación y alteraciones en los patrones de sueño.
10. Los gatos pueden reconocer las voces de sus humanos
Los gatos han vivido con los humanos durante más de 10.000 años. Las interacciones regulares allanaron el camino para que los gatos se comunicaran con los humanos en algún nivel. Un estudio de 2013 que examinó la respuesta de los gatos a la voz de su dueño encontró que los gatos responden a las voces humanas a través de movimientos de las orejas y de la cabeza (también llamados «comportamientos de orientación»), en lugar de vocalizaciones y movimientos de la cola (comportamientos comunicativos), como suelen hacer los perros. reaccionar. Además, los gatos mostraron una respuesta significativa a la voz de sus dueños. Estas observaciones sugieren que los gatos pueden usar solo señales vocales para distinguir entre humanos.
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