Construir resiliencia cuando las cosas van mal
El filósofo y autor británico Alain de Botton escribió: «Una buena mitad del arte de vivir es la resiliencia.» La resiliencia es la capacidad de hacer frente a cambios y desafíos inesperados en la vida. No siempre es posible evitar situaciones estresantes o adversas, pero puede fortalecer su capacidad para enfrentar estos desafíos.
Como veterinarios, enfrentamos situaciones difíciles todos los días, por lo que es importante que todos en su práctica hayan trabajado para desarrollar su capacidad de recuperación para superar los momentos difíciles. La resiliencia no solo lo ayuda a lidiar con situaciones difíciles en el trabajo, sino que también fortalece sus habilidades de afrontamiento en otras áreas de su vida.
Desarrollar resiliencia en la práctica veterinaria se trata de trabajar en sus propias habilidades y apoyar las de sus colegas. Se trata de encontrar dificultades en el equipo en la vida cotidiana, pero también de apoyar a los compañeros que también se enfrentan a sus propios problemas fuera del trabajo.
Los desafíos en la vida son importantes. Si todo te lo dieran gratis sin trabajo ni resolución de problemas, no crecerías como persona. La vida es un viaje. Para ser una persona exitosa, debes superar los grandes y pequeños desafíos que todos enfrentamos en la vida. No importa cuán cliché puedan parecer algunos eslóganes de «autoayuda», si pueden ayudarnos a nosotros (u otros) en este viaje, debemos prestarles atención y aplicarlos.
De niños aprendimos técnicas para afrontar la vida. En la sociedad actual en la que «nadie pierde», estas técnicas básicas de procesamiento no se enseñan y los pequeños tienen menos oportunidades de aprender los mecanismos esenciales de afrontamiento. Esta falta de confrontación controlada con malas situaciones perjudica las habilidades de afrontamiento necesarias en la vida laboral. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para aprender y cambiar comportamientos o incluso compartir estrategias de afrontamiento con su equipo. Esto se puede transcribir a través de un taller de equipo o incluso en una conversación individual sobre algunas formas de lidiar con la vida en nuestra profesión de rápido movimiento.
La vida no es una línea recta de A a B, habrá muchos cambios en el camino y si eres positivo y de mente abierta, algunos cambios pueden tener resultados sorprendentes. El cambio puede evocar todo tipo de emociones en las personas en diversos grados. Las excusas son a menudo la primera respuesta, o el «monstruo del pesimismo» asoma la cabeza ante la mención del cambio. Pero agarrar los «cuernos de la oportunidad» permite fortalecer y crecer el carácter. Levántate y avanza, ponte el casco y deja crecer tu ingenio. Enfrente situaciones difíciles, véalas como «lo que solo puede hacerlo más fuerte» y más resistente, y haga del cambio una lección de vida positiva.
Al mismo tiempo, está bien no estar bien y siempre está bien pedir ayuda. ¿DE ACUERDO? Es inevitable que en algún momento te encuentres con algo que no puedas resolver o desviar fácilmente con tu resiliencia acumulada. Podría ser tan simple como sentirse abrumado o incapaz de manejar la presión como lo hace normalmente.
Ni siquiera tiene que ser una razón «conocida». Cuando se sienta atascado o tenga problemas para «ponerse de pie», necesita compartir sus sentimientos con alguien.
En la industria veterinaria, las redes de apoyo disponibles para nosotros han cambiado significativamente y muchas prácticas han dedicado sesiones de capacitación en equipo para crear conciencia sobre las señales de que alguien no está haciendo frente y cuál es el mejor lugar para pedir ayuda. Es muy importante que esté atento a quienes lo rodean, ya que es posible que ellos mismos no puedan decir directamente: «No me siento bien». ¡Cuide a sus compañeros y ellos cuidarán de usted!
Este artículo apareció en la edición de diciembre de 2019 del Australian Veterinary Journal