Destacando la comunicación entre especies con la perra Stella
*Crédito de la imagen: Ariana Velázquez
Al igual que los bebés que son tratados por médicos humanos, los pacientes animales no pueden hablar con su veterinario sobre sus problemas, por lo que los veterinarios deben estar altamente capacitados para observar y examinar animales para detectar y diagnosticar enfermedades y lesiones. Pero, ¿y si nuestras mascotas pudieran hablar tanto con nosotros como con su veterinario?
La terapeuta del habla y autora estadounidense Christina Hunger generalmente trabaja con niños pequeños que tienen retrasos significativos en el desarrollo del lenguaje. Una de las técnicas que emplea en su trabajo es el uso de dispositivos de Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA) para ayudar a los niños a comunicarse. Un dispositivo ACC consta de una serie de botones de colores, cada uno programado con una palabra pregrabada.
Stella enseñando al perro a hablar
Como propietaria de una joven perra cruzada de Catahoula Blue Heeler llamada Stella, la Sra. Hunger se preguntó si los dispositivos AAC podrían usarse para permitir que su perro hable. El resultado está bellamente detallado en su nuevo libro, How Stella Learned to Talk.
“Usando estrategias de mejora del lenguaje de mi trabajo como terapeuta del habla, usé Comunicación Aumentativa y Alternativa para enseñarle a Stella cómo usar palabras. Esto consistió principalmente en narrar las acciones de Stella usando oraciones cortas y simples y usando sus botones para hablar en contextos naturales».
“Creo que el deseo de comunicar y conectar es innato. Solo le di a Stella la oportunidad de decir las palabras que escucha y entiende todos los días. Nunca le pedí a Stella que usara palabras cuando se le ordenaba ni le di golosinas como refuerzo, lo que me mostró cuán naturalmente motivada estaba para usar palabras para expresar sus pensamientos, necesidades y deseos”, explicó la Sra. Hunger.
El proceso de enseñarle a Stella a hablar comenzó con el uso de un botón del tamaño de una pata programado con la palabra «afuera» que se presionó cuando la Sra. Hunger sacó a Stella de la casa. Stella ahora tiene una base de datos de más de treinta botones de palabras y los usa individualmente o juntos para crear oraciones casi completas.
“Esta experiencia me abrió completamente la mente a la complejidad de los pensamientos de Stella. Siento que entiendo mucho mejor su personalidad y me acerqué increíblemente a Stella. Tenemos una relación mucho más colaborativa que la típica dinámica dueño-mascota porque Stella puede compartir sus pensamientos, necesidades y deseos específicos conmigo. No solo tomo las decisiones por ellos», dijo la Sra. Hunger.
Revolución de la comunicación entre especies
En el libro, la Sra. Hunger describe las técnicas que usó para enseñarle a Stella, divididas en etapas simples y pasos prácticos que cualquier dueño de perro puede usar para comunicarse con su mascota.
“Creo que mi trabajo con Stella es solo el comienzo de una revolución en las comunicaciones entre especies. Es importante seguir explorando cómo podemos compartir un idioma con los animales que comparten nuestro entorno con nosotros. Si los animales entienden las palabras y las usamos para comunicarnos con ellos, también deberían poder hablarnos”, dijo la Sra. Hunger.
Quizás en los próximos años, los veterinarios podrán utilizar esta técnica de comunicación entre especies en el manejo de las mascotas en la clínica veterinaria.