¿La ansiedad por separación es siempre la razón?
Imagínese esto: se está preparando para ir a trabajar para comenzar su día. Tu perro te mira con tristeza: sabe que te vas y no está contento. Sabes que está ladrando y cavando cuando no estás. Pobrecito, este es claramente un caso de ansiedad por separación. ¿O es eso? La científica del comportamiento Trepheena Hunter instó a los veterinarios y propietarios en la reciente conferencia anual de AVA a cuestionar esto.
Ciertos comportamientos de los perros realizados en ausencia de los dueños pueden atribuirse a una serie de otros factores además de la ansiedad por separación. En su forma más simple, podría ser pura coincidencia; algo más sucede cuando caminas, lo que a tu perro le resulta angustiante y desencadena una respuesta de ansiedad. Otra razón podría ser lo que el Dr. Hunter se refiere en broma a esto como un «placer oportunista», en el que el perro se involucra en comportamientos que normalmente no se permiten cuando sus dueños están en casa. ¡El perro realmente puede divertirse!
Por lo tanto, un perro debe recibir un diagnóstico adecuado antes de poder etiquetar un comportamiento indeseable como «ansiedad por separación». En cambio, Hunter se refiere a estos como «comportamientos de estar solo en casa», que incluyen ladrar, destruir, cavar, lloriquear y escapar de la casa.
Pero antes de profundizar en un diagnóstico, debemos preguntarnos qué es un comportamiento normal y qué no lo es. Los comportamientos normales incluyen el juego, la depredación, el marcaje con orina y el comportamiento territorial. El marcado de orina en sí mismo podría ser el resultado de un entrenamiento incompleto para ir al baño o la falta de acceso a lugares para orinar.
Los comportamientos anormales incluyen ansiedad por separación, fobia al ruido, agresión por miedo, ansiedad global, ansiedad generalizada y disfunción cognitiva.
Señaló que el entorno del perro suele ser diferente cuando los dueños están cerca (los perros suelen estar adentro) que cuando no están (los perros salen), y esto también podría contribuir al comportamiento del perro.
Los perros también pueden tener una afección médica subyacente que puede hacer que se vuelvan ansiosos y muestren un comportamiento anormal; por ejemplo, incontinencia, enfermedad dermatológica, trastornos convulsivos y trastornos de la tiroides.
dr. Hunter también enfatizó la importancia de hacer preguntas, ya que muchos comportamientos son muy objetivos: un perro percibido por sus dueños como destructivo en realidad puede exhibir un comportamiento de juego normal.
Es importante ver cómo es el perro cuando está fuera de casa: la grabación de video es crucial para llegar al fondo de los problemas de comportamiento que aparecen en ausencia del dueño.
En definitiva, una conferencia interesante y reveladora.
Este artículo apareció en la edición de agosto de 2017 del Australian Veterinary Journal