La primera búsqueda de empleo | Voz veterinaria
Como estudiante de último año de veterinaria, puede ser tentador aceptar la primera oferta de trabajo que reciba. Ser capaz de responder a la pregunta «¿Dónde vas a trabajar?» se siente invaluable, pero vale la pena tomarse el tiempo para considerar algunos otros aspectos de su búsqueda.
1. ¿Qué tipo de vida quieres fuera del trabajo?
¿Que es importante para ti? ¿Te gustaría ver a tu familia todas las semanas? ¿No puedes perderte una clase de cerámica? Busque trabajos en un campo en el que pueda marcar algunas de esas casillas. El primer año de cualquier carrera presentará una variedad de desafíos, y es importante para su salud mental y física tener actividades fuera del trabajo para relajarse.
Es tentador «concentrarse en el trabajo» durante los primeros seis meses y pensar que necesita tiempo para adaptarse a sus nuevas responsabilidades, pero es sorprendente lo estimulante que puede ser un trabajo fuera de la medicina veterinaria, especialmente si puede esperar una larga semana.
2. ¿Cuál es tu primer perfil laboral ideal?
Tómate cinco minutos para escribir esto y sé realista. Las cosas para pensar incluyen:
- ¿Con qué animales te gustaría trabajar y con cuáles no?
- ¿Cuántas horas estás dispuesto a trabajar a la semana para asegurarte de tener tiempo para ti mismo?
- ¿Te pagan por hora o por salario?
- ¿Qué es el soporte? Específicamente: ¿siempre habrá al menos otro veterinario en la clínica durante los primeros seis meses?
- ¿Tus compañeros han estado ausentes durante más de cinco años? Las campanas de alarma deberían sonar para una gran proporción de graduados nuevos o recientes.
- Si hay after hours, ¿de qué hora a qué hora estará conectado a un celular? ¿Y quién viene a la clínica si te metes en problemas? La incapacidad de garantizar un reemplazo veterinario es una señal de alerta.
3. Haz algo de investigación «clínica»
Utilice sus contactos y obtenga recomendaciones de al menos una fuente confiable que conozca personalmente la clínica. Recibí mi primera oferta de trabajo interestatal y cuando profundicé un poco más, nadie en mi red, ni en mi escuela de veterinaria ni en la escuela interestatal, había oído hablar de la clínica. Era optimista y estaba ansioso por un desafío y, desafortunadamente, desde entonces he aprendido a ser cauteloso.
Empezar mal o terminar en una clínica inadecuada es, en cierto sentido, una forma de aprendizaje que te hace apreciar cuando llegas a una buena práctica. Sin embargo, después de escuchar las historias de mis compañeros, creo que es mejor dejarte saber, como nuevo escalador, la importancia de reconocer no solo lo que quieres en tu carrera, sino también lo que quieres fuera de ella impulsado por ella.
Obtenga asesoramiento de tantos graduados como sea posible antes de firmar este contrato (después de enviarlo a la AVA para su revisión). Sobre todo, busque sabiamente y valdrá la pena a medida que sienta las bases para su futura carrera como veterinario.
Este artículo apareció originalmente en el Australian Veterinary Journal en junio de 2019.