Salud de las glándulas suprarrenales en los perros | primerveterinario
Las glándulas suprarrenales son un par de glándulas que juegan un papel importante en varias funciones fisiológicas y metabólicas en el cuerpo de un perro. Las hormonas que producen influyen y regulan procesos corporales importantes como la presión arterial, el tono vascular, la excreción y retención de agua y electrolitos, todos los cuales tienen un impacto significativo en la salud de tu perro. Por esta razón, las glándulas suprarrenales se consideran vitales. ¡Sigue leyendo para saber más!
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Las glándulas suprarrenales de tu perro
Las glándulas suprarrenales son dos glándulas pequeñas ubicadas en el abdomen cerca de los riñones izquierdo y derecho. ¡Son tan pequeños que los anatomistas los ignoraron durante siglos!
La glándula consta de dos partes: una corteza externa y una médula interna. Estas partes están compuestas por diferentes células y tejidos que surgieron de diferentes estructuras embrionarias y tienen funciones muy diferentes en términos de influir en las vías metabólicas del cuerpo del perro.
La corteza exterior es mayormente amarilla con rayas radiales. La corteza consta de tres zonas, a saber, la zona glomerulosa, la zona fasciculada y la zona reticularis. Cada zona es responsable de la producción de diferentes hormonas que juegan un papel importante al influir en las funciones y vías metabólicas del cuerpo. La médula interna, por otro lado, parece más oscura y más homogénea.
Producción de adrenalina y noradrenalina
La parte interna de las glándulas suprarrenales, llamada médula, es responsable de la producción de dos hormonas muy importantes cuando el perro está bajo estrés severo y agudo. La médula suprarrenal es el componente principal responsable del mecanismo de respuesta de «lucha o huida» del animal.
Una de las hormonas producidas por la médula suprarrenal es la epinefrina, comúnmente conocida como adrenalina. Conocida a menudo como la hormona de «lucha o huida», esta hormona juega un papel importante al influir en la respuesta del cuerpo al estrés agudo.
Cuando un perro se ve sometido a un estado de estrés grave, estimula las glándulas para que produzcan adrenalina en respuesta. La hormona hace que aumente el ritmo cardíaco del animal, forzando contracciones cardíacas más fuertes que ayudan a mejorar el flujo de sangre a los músculos y al cerebro.
También desvía el gasto de energía y el flujo sanguíneo del sistema gastrointestinal para centrarse en la necesidad inmediata del animal de «luchar o huir». La actividad gástrica e intestinal se ralentiza y la glucosa almacenada en el hígado en forma de glucógeno se convierte de nuevo en glucosa. Esto puede proporcionar al perro una fuente instantánea de energía cuando sea necesario.
La segunda hormona producida por la médula interna de la glándula suprarrenal es la norepinefrina, también conocida como norepinefrina. También es una hormona producida por la glándula suprarrenal en respuesta al estrés. La norepinefrina estimula los vasos sanguíneos para aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, al igual que la adrenalina. También estimula el sistema nervioso central del perro, haciéndolo más alerta durante el mecanismo de «lucha o huida».
esteroides y otras hormonas
Como se mencionó, la corteza suprarrenal externa tiene una función muy diferente a la de la médula. Produce un conjunto diferente de hormonas que tienen diferentes efectos en el cuerpo del perro. En general, la corteza suprarrenal es la parte principal responsable de la producción de glucocorticoides y hormonas sexuales. La corteza se divide en tres capas o zonas, cada una responsable de la producción de una hormona metabólica específica.
La zona exterior, llamada zona glomerulosa, produce y secreta hormonas mineralocorticoides. Los mineralocorticoides son un subgrupo de las hormonas corticosteroides que son responsables de mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo del perro. El mineralocorticoide más potente, llamado aldosterona, afecta el transporte de iones y electrolitos importantes, como el sodio y el potasio, en los túbulos renales. Es responsable de la excreción acelerada de potasio y la retención de sodio, lo que finalmente ayuda a mantener el equilibrio de electrolitos y agua del perro.
La zona media, llamada zona fasciculada, es responsable de la producción y liberación de cortisol y corticosterona. Estas hormonas glucocorticoides tienen una gama muy amplia de efectos fisiológicos que afectan directamente a la salud del perro. Los glucocorticoides tienen un gran impacto en el sistema inmunológico del animal, los procesos inflamatorios y el metabolismo de varios nutrientes como carbohidratos, grasas y proteínas.
Tanto el cortisol como la corticosterona suprimen las respuestas inmunitarias e inflamatorias en el sistema canino, lo que es útil para tratar traumas físicos o afecciones inflamatorias. Estos pueden ser dañinos ya que también afectan la capacidad del animal para combatir las bacterias y los virus, haciéndolo vulnerable a las infecciones.
Los glucocorticoides también estimulan la producción de glucosa y aumentan el nivel de azúcar en la sangre del perro. Además, ralentiza la producción de grasa del cuerpo y estimula la descomposición del tejido adiposo en el cuerpo, liberando ácidos grasos y glicerol en el sistema del animal. Todo esto conduce a fuentes de energía fácilmente disponibles para el animal.
La capa interna de la corteza suprarrenal, llamada zona reticularis, es responsable de la secreción de hormonas sexuales suprarrenales. La mayoría de las hormonas sexuales son producidas por los órganos reproductores, pero la corteza suprarrenal produce una cantidad relativamente pequeña.
Estos incluyen progesterona, andrógenos y hormonas de estrógeno. El efecto de estas hormonas, que se originan en la corteza suprarrenal, suele ser insignificante, especialmente en perros intactos, ya que la mayoría de las hormonas sexuales del cuerpo del perro son producidas por los ovarios o los testículos. Sin embargo, una vez que un perro es esterilizado o castrado, estas hormonas sexuales producidas por las glándulas suprarrenales pueden adquirir mayor importancia en relación con los efectos fisiológicos en el organismo del animal.
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